Hace diez años que Lucía Díaz-Iglesias y el autor de estas líneas trabajamos juntos en varios proyectos de investigación. La joven estudiante de la UAM que venía en verano al templo de Debod para participar, entonces, en la documentación de los graffiti del edificio, es ahora una egiptóloga que desarrolla una investigación original y sólidamente fundamentada. El libro que se abre con estas páginas, redactado a partir de su tesis doctoral, ilustra estas cualidades, como también lo ha hecho el resto de sus actividades en esta década, becaria predoctoral FPU en la Universidad de La Laguna, epigrafista en varias tumbas en Luxor, arqueóloga en la dos cero nueve de esa misma necrópolis y ahora investigadora postdoctoral en la Universidad de Basilea.
(Miguel Á. Molinero Polo, 2014)