En el mundo actual las tecnologías digitales han llegado para trastocarlo todo. En apenas tres décadas han alterado la vida cotidiana de las personas y se han introducido en las arterias del sistema económico y productivo imponiendo nuevas formas de trabajar y de generar valor. Hoy asistimos al debate trascendental sobre si esta revolución capaz de crear y destruir puestos de trabajo arrojará finalmente un saldo positivo de ocupación, como las que la precedieron, o si, por el contrario, va a desplazar a millones de trabajadores.
A pesar de haber condenado numerosas profesiones a la obsolescencia, la economía digital ha generado una poderosa demanda de perfiles asociados a tecnologías tan recientes e innovadoras que todavía no encuentra una oferta en cantidad suficiente para cubrir las necesidades. De la misma manera, establece las nuevas competencias que debe tener todo trabajador en la era digital, tanto las más técnicas, o hard skills, como otras asociadas a la personalidad y a la dimensión social del individuo, las denominadas soft skills.
El presente documento tiene por objeto analizar el impacto de la digitalización en el mercado de trabajo y, para ello, aborda la cuestión desde distintas perspectivas, como son la variación en el volumen de ocupación, la emergencia de nuevas profesiones tecnológicas, las nuevas competencias profesionales requeridas y los cambios en la forma de trabajar.